La inmigración es una acción inherente a la naturaleza del ser humano, la cual siempre ha existido y seguramente siempre seguirá existiendo. Es por ello que se puede decir que alrededor del 3% de la población a nivel global se encuentra formada por migrantes, lo cual serian aproximadamente 180 millones de individuos, sin incluir a los desplazados internos que suman más de 24 millones de personas.
Aspectos positivos que tiene la inmigración
Pero pese a que la inmigración se trata de uno de los más antiguos fenómenos socio-económicos, lo cierto es que también consiste en uno de los más controvertidos entre aquellas sociedades donde se les recibe, dado que no en todos los casos suele ser bienvenido.
Aunque es verdad que una gran cantidad de personas suelen ver la llegada de inmigrantes extranjeros con algo de reticencia, sobre todo durante los últimos años, lo cierto es que la llegada de individuos migrantes posee numerosos beneficios, especialmente dentro de aspectos como el laboral, económico y social.
Es evidente que todas las personas cuentan con una visión diferente en relación a este tema; sin embargo, existen algunos datos objetivos que expondremos con el fin de intentar explicar porqué la llegada de inmigrantes es buena para un país.
Para comenzar, la inmigración supone una flexibilidad mayor dentro del ambiente laboral y pese a que es posible criticar que la mano de obra sea extranjera, la verdad consiste en que muchas personas locales suelen rechazar este tipo de trabajos.
En este sentido industrias con tanta importancia dentro de España como lo es, por ejemplo la automovilística, han optado por acudir a estos individuos debido a que por lo general, suelen ser considerablemente más flexibles en cuanto a las condiciones y horarios laborales.
De igual manera, el desarrollo del PIB ha estado evidentemente influenciado bajo un reforzamiento empresarial, dentro del cual han entrado en juego diversos agentes extranjeros no sólo en relación a los flujos de capital que se requieren con el propósito de seguir creciendo, sino también en cuanto a los recursos humanos a los cuales ha sido posible tener acceso.
Es verdad que existen personas que aseguran que sin la inmigración no hubiera sido posible lograr un nivel de crecimiento como el que se han logrado experimentar; no obstante, lo que sí que está claro es que cuando de Producto Interior Bruto se refiere, ha consistido en un verdadero punto a favor.
Entre los grandes nubarrones que planea en países como España, se trata el de las pensiones.
Esto se debe a que la composición actual de la población en forma de pirámide inversa, junto a los recortes frecuentes que experimenta el fondo de las pensiones, fomenta el desarrollo de un futuro bastante complicado en relación a poder mantener el actual sistema, razón por la cual la natalidad resulta de tanta importancia.
No obstante y dentro de España las tasas rondarían cifras realmente bajas si no hubiera inmigrantes; y es que desde los años 90’s se ha experimentado un estancamiento en cuanto a la natalidad, lo cual es consecuencia del envejecimiento de la población, la cual en la actualidad empieza a repuntar alcanzando tasas positivas anuales (1,1 %) debido a las mujeres inmigrantes.
Resulta evidente que una coyuntura tan problemática no puede solucionarse solamente teniendo hijos; sin embargo es que en un futuro, se cuenta con algo más de tiempo para manejar presupuestos. En este caso específico, el dicho: “el tiempo es oro”, jamás había sido mejor usado.
Finalmente, los principales beneficiados por la inmigración suelen ser los ingresos públicos, directos e indirectos, los cuales se incrementan de forma increíble.
Únicamente entre aportaciones de la Seguridad Social, IRPF, IVA y los Impuestos de Transmisiones Patrimoniales, el monto supera los 10.000 millones de euros anualmente.
De igual manera, los ingresos indirectos y no cuantificables conforman el orden de aproximadamente 1.000-3.000 millones de euros al año; asimismo, los impuestos y tasas aplicadas a la gasolina, alcohol y tabaco etc., incrementan igualmente, pese a que no es sencillo realizar una estimación.
Definitivamente y pese a los argumentos que presentan numerosas personas en contra de la inmigración, es imposible negar que existan igualmente algunos factores que resultan objetivamente positivos en relación al desarrollo del país.
La inmigración posee ventajas directas para la economía
Todas las investigaciones realizadas señalan que la inmigración, en un cierto nivel, resulta bastante positiva dentro de las economías de los países que reciben a las personas.
Esto se debe principalmente, debido a que aumenta el consumo, sobre todo en cuanto a las viviendas.
La inmigración cuenta igualmente con otras ventajas económicas que no son de fácil cuantificación, al igual que con el desarrollo a largo plazo y también con el desarrollo potencial. Y es que a medida que una sociedad resulta más variada y compleja, su potencial de innovación se ve igualmente incrementado debido a que tanto las ideas como los espacios de cultura y encuentro se mezclan.
De manera que para finalizar, se podría decir que la inmigración se trata de un buen caldo de cultivo para el desarrollo tal y como ha sido demostrado dentro de las grandes ciudades donde existe una mayor mezcla.