Si bien puede parecer algo simple, lo cierto es que para pintar una habitación es necesario tomar en consideración diversos consejos a fin de poder conseguir el resultado esperado.
En este sentido, para lograr pintar una habitación de manera eficaz y apropiada, debes contar con las herramientas correctas (papel de lija, pintura, alargador, rodillo, brocha angular, espátula o escudo de pintor, trapos de pintura y paños, vaso de pintura o bandeja y cinta de pintor), al igual que con un taburete resistente o escalera de mano.
Además de esto, si quieres saber cómo pintar una habitación sin problemas, los consejos y trucos que te presentamos aquí son justo lo que necesitas, ¡así que no dejes de leer!
Prepara el espacio
Para comenzar, debes retirar las tapas tanto de los interruptores de la luz como de los enchufes y colocarlas en un lugar seguro. Después quita los clavos que hay alrededor de la pared y asegúrate de usar masilla para rellenar o reparar los agujeros.
Termina el trabajo realizando una ligera lija y no olvides limpiar bien las paredes. De ser posible, retira persianas y cortinas o apuesta por cubrirlas bien, al igual que el suelo.
Asimismo, es conveniente que juntes los electrodomésticos, muebles y objetos expuestos en el centro de la estancia a pintar y, si puedes, cúbrelos usando algunas sábanas viejas o plástico.
Repara las paredes
Repara las paredes antes de pintar, asegurarte de cubrir los agujeros y las posibles imperfecciones, para lo cual conviene que utilices una mascarilla anti-polvo al momento de lijar. Los pasos básicos para esta reparación son:
- Utiliza una espátula para aplicar la masilla en el agujero, asegurándote de esparcirla varias veces realizando movimientos en forma de “X”; luego raspa la zona para eliminar el excedente.
- Permite que la masilla seque por todo un día. En este sentido, incluso podrías usar opciones de secado rápido para poder lijar después de un par de horas.
- Utiliza un papel de lija que sea de grano fino (entre 150-200) para lijar la zona reparada a fin de alisarla y limpia la zona para eliminar el polvo.
- Asegúrate de cerrar las puertas y ventilaciones, de manera que puedas impedir que el polvo generado por el lijado pueda esparcirse hacia otras estancias.
Limpia las paredes y encíntalas
Después de haber retirado o cubierto cada uno de los objetos de la habitación, será momento de limpiar el polvo y la suciedad, al igual que cualquier otra sustancia presente, para lo cual se recomienda que utilices guantes.
Para esta limpieza, debes seguir los siguientes pasos:
- Lava las paredes utilizando fosfato trisódico con un movimiento de abajo hacia arriba.
- Usa agua limpia y también una esponja para enjuagar las paredes.
- Permite que las paredes sequen para encintarlas.
- Utiliza cinta de pintor para proteger tanto los alféizares como las molduras de las ventanas.
- Coloca la cinta en línea recta alrededor de la parte inferior de la corona y también alrededor de la parte superior del zócalo, cerciorándote de que las líneas se encuentren niveladas y estén libres de protuberancias.
Aplica la pintura base y/o imprimación
Antes de empezar a pintar, debes aplicar alguna pintura base sobre las zonas reparadas y/o en cualquier construcción nueva, de manera que puedas sellar la superficie y lograr que la pintura pueda cubrir las paredes de manera más uniforme.
En caso de pintar alguna superficie pre-acabada usando una pintura de alto brillo, lo más recomendable es que optes por aplicar pintura base antes de pintar nuevamente.
En caso de que la pintura sea de algún color intenso (por ejemplo, rojo) conviene que utilices una pintura al tono o gris a fin de combinarla con la pintura, de este modo, la pintura base de color ayudará a disminuir el número de capas precisas.
Aplicación y técnica para pintar paredes
Abre la lata de pintura y asegúrate de revolver bien su contenido, desde el fondo, de manera que el pigmento pueda quedar completamente integrado.
Para esto, podrías utilizar un batidor viejo con el fin de remover la pintura desde fondo hacia arriba, evitando hacerlo en círculos, de manera que puedas conseguir color uniforme.
En caso de que la pintura se encuentre demasiado espesa, evita agregarle agua y opta por calentar primero la lata a baño maría para lograr que se vuelva líquida sin necesidad de aguarla.
Orden recomendable para pintar
Tras reparar, limpiar, encintar y aplicar la pintura base, será momento de empezar a pintar la habitación. Lo más recomendable es que lo hagas en orden, es decir, de arriba abajo, como lo explicamos a continuación:
- Comienza con el techo, de manera que al chorrear gotas en las paredes puedas cubrirlas luego; y asegúrate de pintarlo siguiendo la dirección natural de los rayos de luz que entran por la ventana, a fin de poder disimular los posibles defectos.
- Luego pasa a pintar las paredes y hazlo desde arriba hacia abajo, dividiéndolas en secciones y pintándolas de manera ordenada, pero manteniendo difusos los bordes a fin de evitar que las uniones puedan notarse. Antes de hacerlo, conviene que dejes gotear el rodillo dentro de la bandeja de pintura y que lo hagas rodar de atrás hacia adelante sobre la parte estriada para lograr distribuir uniformemente la pintura.
- Después pinta las puertas y las ventanas, terminando en los bordes.
En caso de querer usar diversos colores, comienza con el tono más claro y después aplica los más oscuros.